martes, 1 de julio de 2008

Bibi Andersson y Victor Sjöström


«Yo filmé, sin ser visto y para uso privado, a Bibi Andersson con un vestido fin de siglo ligeramente escotado, sentada en un prado dándole a Víctor [Sjöström] fresillas silvestres a la boca. Él trata de mordisquearle los dedos y ambos se ríen, la joven mujer se siente patentemente halagada, el viejo león ostensiblemente embelesado...» (Linterna mágica, pág 193)

Esta muy breve película la filmó ¿furtivamente? Bergman de Bibi Andersson y Victor Sjöström durante un descanso en la realización de Smultronstället ("Fresas salvajes" o "Cuando huye el día"), en 1957.

Pongo "furtivamente" en signos de pregunta, porque se puede ver en el video que Bibi mira a la cámara, lo que permite deducir que el único que podría no haber estado enterado de la filmación era Victor Sjöström.

En el 2004, en la preciosa entrevista de Marie Nyreröt "Bergman y el cine", Bergman muestra ese muy pequeño video, y lo comenta usando para hablar de VS las mismas palabras que años antes en Linterna: "el viejo león":

-IB: Esta es una escena invalorable entre ellos dos. Ella está bromeando y coqueteando con él.
¡Mira al viejo león! Él la encontraba muy atractiva. ¡Esto es una gema absoluta! ¿No se ven encantadores juntos?
-MN: ¿Fue la primera vez que él sonrió?
-IB: Sí. ¡Así parece!

Ya en Linterna comentaba Bergman el terrible malhumor de Victor Sjöström durante la filmación de Smultronstället, sin embargo esta deliciosa escena captada al vuelo más bien hace pensar en ese Victor S. que ya emociona unos años antes en la escena del campo de Till Glädje ("A la alegría").

El video que presento lo armé yo, a partir del material de «Bergman y el cine». Me pareció que extraerlo con la voz de Bergman comentando carecía de sentido, porque la entrevista es accesible en la actualidad, y viene en medio de comentarios que hace en general al "backstage" de Fresas, así que lo restituí a su estado de fragmento mudo, donde tenemos que imaginar lo que se estarían diciendo estos dos entrañables; antes de ello, la casa vieja de Smultronstället, para dar tiempo a las pupilas a que se fijen en el video, y luego la escena de la película donde a VS se le "revela" el recuerdo de la casa; todo ello acompañado por una música que es la que imagino que sonaba inaudiblemente en ese campo de fresas, en esa estación del trabajo: el fragmento inicial del nº 4 del primer año de los "años de peregrinaje" de Liszt, tocado por Alfred Brendel.

 Treinta segundos de jugeteo galante que, al menos a mí, me emocionan una y otra vez.


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