domingo, 6 de julio de 2008

Smultronstället - Fresas salvajes - 1957


Smultronstället

Títulos en espanol: Fresas salvajes (Espana)
Cuando huye el día (Argentina)
Traducción literal: El lugar de las fresas silvestres
¡lugar hermoso!
Libro: Ingmar Bergman
Duración: 1:31
Idioma: Sueco
Color: BN
Fotografía: Gunnar Fisher
Música: Erik Nordgren
Göte Lovén
Localización: Dalarö (Prov. Estocolmo),
Lago Vättern (Prov. Gotland),
Lund (Prov. Sklne) y otros.
Companía: Svensk Filmindustri

Roles

Victor Sjöström Dr. Isak Borg
Bibi Andersson Sara
Ingrid Thulin Marianne Borg
Gunnar Björnstrand Dr. Evald Borg
Jullan Kindahl Agda
Folke Sundquist Anders
Björn Bjelfvenstam Viktor
Naima Wifstrand Sra. Borg, madre de Isak
Gunnel Broström Sra. Alman
Gertrud Fridh Karin Borg, esposa de Isak
Sif Ruud Tía Olga
Gunnar Sjöberg Sten Alman / El examinador
Max von Sydow Henrik Lkerman
Lke Fridell Amante de Karin
Yngve Nordwall Tío Aaron


Sinopsis argumental:

El Prof. Dr. Isak Borg (Victor Sjöström), viudo desde hace unos años, va a recibir un doctorado jubilar en la Universidad de Lund, de donde él proviene, por lo que deberá viajar allí. Es un día emocionalmente intenso, sensación que está aumentada por sueños con cierto componente de angustia.

Decide realizar el trayecto en coche -lo que representará varias horas de viaje- y lo acompañará su nuera, Marianne (Ingrid Thulin), que -luego se nos aclarará- está en conflicto y a punto de separarse de su marido, el Dr. Evald Borg (Gunnar Björnstrand), hijo de Isak.

Durante el viaje, que ocupa prácticamente toda la película, ocurren algunos hechos cuyo hilo conductor deberá encontrar Isak:

  • Al pasar por la casa de vacaciones de su familia, en Dalarö (Estocolmo), lo asaltan fuertes evocaciones de infancia, en la forma casi de "visiones".
  • Allí mismo conoce a una chica y dos chicos autostopistas, que le piden los lleve; ella, Sara (Bibi Andersson) es idéntica a la prima Sara de Isak, que había sido su primera prometida, y a la que acaba de evocar en las visiones de infancia.
  • En una pausa del viaje visita a su madre, de 96 años, de carácter duro y frío.
  • En el mismo pueblo, reposta en la estación de un antiguo paciente, que le muestra su gratitud por lo que ha hecho Isak en otro tiempo por los vecinos (atenderlos bien, según se deduce).
  • Tienen también un pequeño accidente con el coche, sin víctimas, pero que los hace entrar en contacto con un insoportable matrimonio, que finalmente son convidados a bajar y seguir a pie.
  • Por último, tiene Isak un sueño de angustia referido a sentirse humillado en su profesión, y al fracaso afectivo de su matrimonio. Este sueño se completa con una charla muy sincera con su nuera sobre las razones para separarse de su marido.
Se me perdone la prolijidad, pero es importante poner uno al lado del otro los diversos elementos que entran en juego en este viaje, que ya puede deducirse que es un "viaje hacia la verdad de sí mismo", precisamente porque nos muestran, todos juntos, el panorama de una persona "extraordinariamente no-extraordinaria": la verdad de sí mismo se reparte entre sentirse un lisiado emocional, en parte serlo, al mismo tiempo lograr espontáneamente el sincero cariño de los autostopistas y de la nuera, al mismo tiempo temer la muerte, al mismo tiempo desearla...

La ambigüedad en la que sobrenadamos todos cada día... vista en la lente de la extraordinariedad de una emoción personal.

Termina con la esperanza de que, humanos como somos, somos capaces de pequeños gestos de amor, incluso aunque los demás no se enteren.

Valoración

Es una película grande, enorme, pero precisamente porque la puerta que deja abierta no depende de cosas extraordinarias, sino de viajar hasta sí mismo y encontrar "lo que hay", que es siempre mucho más que lo que creemos que hay. Y es grande también porque no pretende solucionar nada a nadie, porque la emoción desde la que mira es una emoción particular, hecha de anécdotas propias, por tanto nada general, nada in-humano.

Todo salpimienta lo justo para lograr una película completamente equilibrada: la luz, los paisajes, la concepción de los personajes, las actuaciones; un pasaje, tan magistralmente realizado que parece sencillo, entre ensueño y realidad, entre obra "de cámara" y sinfonía de temas y personajes diversos. A la vez grande e intimista, una combinación sin duda difícil.

Precisamente porque logra la intimidad en el núcleo de lo que nos hace sentirnos humanos, carecen de importancia por completos las anécdotas de si los sueños que cuenta fueron sueños reales de Bergman, si las iniciales de Isak Borg son las de Ingmar Bergman, y si la casa de Dalarö es la de su abuela... como es lógico, IB trabajó con sus propios materiales, con sus emociones, con lo que tenía a mano, como hace todo artista: la creación comienza precisamente cuando ya no necesitamos esa referencia para entrar en la obra.

Por eso suena cómico que en "Imágenes" (pág 23-25), comentando de esta película, se "queje" de que Victor Sjöström le había "arrebatado mi texto y lo había convertido en algo de su propiedad, había aportado sus experiencias, su propio sufrimiento, misantropía, marginación....." ¡Qué mejor que eso! Es lo que precisamente se nota en toda la obra: logra llegar a emociones tan particulares y  la vez tan de todos, que lo que vale para Sjöström también vale para sus espectadores, también hoy, 51 años después.

No hay duda de que la actuación del director y actor Victor Sjöström -que además fue su última aparición en la pantalla, ya que murió tres años después-, es genial, completamente genial, logra vivir las emociones que narra y compartirlas; pero no está inferiormente acompañado: Bibi Andersson, en el doble papel de Sara, la prima del pasado, y Sara la autostopista, del presente, está memorable; Ingrid Thulin, delicada, con una presencia que normalmente se impone de tanta fuerza, y que aquí logra estar al lado de Isak Borg dejándole el protagonismo de las emociones. Una especial mención merece la siempre misteriosa Naima Wifstrand -bruja en Ansiktet, vieja en Vargtimmen y varios papeles más-: sus trabajos con Bergman son breves, pero completamente inolvidables: esta madre que compone en Smultronstället pone en pantalla, en apenas unos minutos que dura su aparición, las claves de la "parálisis emocional" que sienten su hijo y su nieto.

El título

También creo que es interesante revisar el título de la obra: Smultronstället.

Cuando la vi por primera vez, hace muchos años, en Buenos Aires, lo hice con el título con el que se distribuía allí, "Cuando huye el día", frase tomada del poema que recitan entre Isak, su nuera y el seminarista a mediados de la película ("¿Dónde está el amigo...?); sin embargo este título, a pesar de que no es incorrecto, describe sólo el aspecto de las emociones ligadas a la edad de Isak, a su vejez, y deja en la sombra la universalidad de los sentimientos evocados.

Literalmente es "Lugar (ställen) de las fresas silvestres (smultron)"; es lo que exclama Isak Borg a los 18 minutos de película, cuando para en la vieja casa familiar de Dalarö, da una mirada en el entorno, y con una melancolía alegre exclama "¡smultronstället!". Inmediatamente comienzan las visiones, y la primera de todas, la de su prima y prometida Sara, recogiendo fresas silvestres en una cestilla...

Sin embargo, la palabra tiene también otro sentido coloquial: en sueco es una expresión hecha que significa "lugar hermoso", así se entiende mejor que la exclamación de Isak apunta no sólo al pequeño huerto donde Sara recogerá las fresas, sino al conjunto del lugar que su memoria/visión está visitando; un paraje que no es sólo un recuerdo, sino el lugar de delicia en el que el alma desea habitar, y a donde volverá al término del viaje.

Pequeña y muy enternecedora escena tras la cámara entre Bibi y Victor; ver detalles de esta filmación en La Galería de Imágenes

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